viernes, 24 de noviembre de 2017

Vive la vida, vive la bici y disfruta con los ciclozumos

Miércoles, 22 de Noviembre de 2017


Asistentes a la ruta:

Patricio, Ramón, Josemari, Amalio, Pacosánchez, Enrique y Flore.
   

Tiempo empleado: 3 h. 19 m.40 sg.
Velocidad Máxima: 50 Km/h.
Velocidad Media: 18,4 Km/h.
Parciales: 61,47 Kms.
Odómetro:  Kms.
Totales:  KMS.

Recorrido: Santa Amalia, Valdehornillos, Miajadas, Escurial, Camino de la Ermita de San Salvador, Miajadas, Valdehornillos, Santa Amalia.


Comentario

Con la incertidumbre del estado de la esposa de Fernando, la cuñada del compadre Félix, para más señas, no me atrevía a indicar el recorrido para el miércoles, pues tenía pensado proponer un recorrido sorpresa a la Ermita de San Salvador de Escurial. Así que ante la espera comenzaron a surgir comentario en el guashap de los Ciclozumos y por fin Enrique propuso la ruta de Almoharín, con la intención de que no fuera muy fuerte, ya que al parecer se incorporaba de nuevo al grupo Santiago, que a última hora no fue. En cambio se apunto el compadre Pacosánchez y quedamos en recogerle en Valdehornillos y eso hicimos en cuanto nos reagrupamos en la sede de Boniato, "dirnos" para Valdehornillos, que allí nos esperaba el susodicho ciclozumero. Por cierto que estaba un poco flojucho, pues dice que no salía desde el día de la II Quedada y además venía más enjalmado que una mula burdégana, pues decía que hacía mucho frío, yo no lo notaba tanto. Pero al llegar al puente de la autovía tuvo que despojarse al menos del chaquetón enguatado e impermeable porque no aguantaba el calor, como yo le dije "hay que llevar prendas ajustadas, que no hagas efecto paracaídas y además que sean transpirables". Poco antes de llegar al Canal de Orellana, les propuse la ruta sorpresa que les tenía preparada para este día, sin que ello supusiera ningún problema en el cambio de itinerario inicial, y al parecer todos estuvieron de acuerdo. Para ahorrarnos el cruce por Miajadas, tomamos una desviación que va hasta la rotonda de la carretera de Don Benito y de allí tomamos dirección Zorita para ir a Escurial.

Paramos un momento en la Plaza y rápidamente emprendimos de nuevo la subida hasta el puente de la autovía. Por la vía de servicio, primero, y por el Camino del Crucero, después, que no sé si alguien se percató de dicho crucero, llegamos a la Ermita de San Salvador donde paramos para hacer sendas fotografías y recrearnos un poco en el idílico lugar que tanto gustó a los componentes del grupo, pues preguntando por dicho lugar, nadie antes había estado allí. Regresamos por el mismo lugar y bajamos a Miajadas por la cuesta de la antigua nacional que tanto les gusta a todos, siendo la velocidad máxima, de los cincuenta kilómetros por hora, la del superpedaleador Josemari, como no podía ser de otra manera, los demás nos conformamos con los cuarenta y pocos kms/hora. Al pasar por el Instituto, vi a un grupo de compañeros en la puerta y paré para interesarme por nuestra amiga Inmaculada, que al parecer estaba de baja por algún ligero contratiempo, apreciación que me hizo el amigo Mario, el hijo de Joselito el del comercio de la carretera, con el que estuve un momento cambiando algunas impresiones. Paramos, como ya viene siendo habitual, en el Bar Restaurante Churrería 1º de Mayo del Polígono y allí nos recreamos con los churritos y los cafelitos, salvo alguna excepción que otra. Antes de despedirnos entablamos una conversación con un chaval joven que al parecer también le daba a la bicicleta y como nos preguntara por el lugar de dónde éramos se lo dijimos cantando nuestra canción: "No se ve, no se ve, no se ve....", como también viene siendo habitual en nuestras paradas de avituallamiento. En algún momento, aunque no recuerdo el lugar, repasamos también nuestro himno: "Resistiré". El compadre Pacosánchez me dio otra prenda más para que se la llevara en la cajita de Danone, y creo que con todo ese alivio de chaquetones y con el ligero refrigerio del café y el churrito, comenzó a pedalear con más entusiasmo, en este último tramo, hasta llegar a Valdehornillos. Allí nos despedimos, no sin que le recordara nuevamente lo de las prendas de abrigo en bicicleta, y fue entonces cuando Enrique dijo que hasta Santa Amalia teníamos que ir a treinta o treinta y cinco kilómetros por hora. En broma o en serio, alguien concluyo aquella consabida sentencia de "maricón el último" y alguien también se lo tomó en serio y comenzamos un endiablado pedaleo que pronto hizo que el grupo se fuera diluyendo. Amalio y Josemari seguían detrás de mí, a una buen ritmo, pero en cuanto este último me hizo el relevo, que no fue sino un demarrage en toda regla, me quedé haciendo la goma entre éste y Amalio que se dejó caer para incorporarse al resto del grupo. Y así llegamos hasta la rotonda de Antonio López donde nos reagrupamos de nuevo para ir juntitos a la sede.

martes, 21 de noviembre de 2017

Pedalear es una actividad placentera, pero hacerlo por mi Extremadura es un placer añadido "

Lunes, día 20 de noviembre de 2017 ( escrita por Flore )

Asistentes a la ruta:

Juan, Enrique, Amalio y Flore.
   

Tiempo empleado: 3 h. 16 m.38 sg.
Velocidad Máxima: 42 Km/h.
Velocidad Media: 19,6 Km/h.
Parciales: 64,24 Kms.
Odómetro:   Kms.
Totales:   KMS.

Recorrido: Santa Amalia, Valdehornillos, Miajadas, Cola de Pantano del Burdalillo, Miajadas, Valdehornillos, Santa Amalia.


Comentario

Hemos hecho el mismo recorrido de reconocimiento que hice ayer domingo, porque estaba seguro que, al menos a Enrique, les guastaría mucho, como así fue. La carretera de Robledillo de Trujillo, a la altura del Río Burdalillo está cortada por la inundación por la cola de pantano del Río Búrdalo, por lo que hubimos de volver para atrás. Solo hemos ido cuatro ciclozumeros: Juan, Enrique, Amalio y yo. Los demás cada cual tenía sus quehaceres, Paco está en Madrid con sus nietos, Josemari con los suyos en Almendralejos y Ramón recogiendo las aceitunas. Patricio no dijo nada y nada sabemos de él.

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Salimos por la carretera de Valdehornillos y de allí tomamos el Canal Secundario nº 3 hasta llegar a Miajadas. Dicha localidad la cruzamos a trancas y a barrancas por todas sus enrevesadas callejuelas hasta llegar a la carretera antigua que cruzaba el pueblo "in illo tempore" y de allí tomamos la subida de la nacional  hasta la gasolinera, la que hemos bajado siempre que hemos ido a Escurial. Tenían un poco de miedo o acaso un poco de recelo sobre esta subida, pero yo les animaba diciéndoles que era una subida muy asequible, ni tan larga ni tan repentina como la de San Pedro de Mérida, a la que ya hemos perdido el respeto,  y así fue. Llegamos todos de forma maravillosa hasta el cruce de Escurial y de aquí emprendimos el recorrido por el camino vecinal asfaltado de Robledillo de Trujillo. Una bajada muy agradecida de seis o siete kilómetros hasta cruzar el cauce del Río Búrdalo, que está más seco que el ojo de Inés, y luego llegaríamos al cauce del Rio Burdalillo, afluente de  aquel, donde sus aguas, o más bien las del Pantano han inundado la carretera y su puente en una extensión de cien metros al menos, sin saber muy bien que altitud del agua puede cubrir la carretera, que mucho no puede ser porque se ven perfectamente los balates de mampostería del puente en cuestión, tal vez mucha tela para pasarlo a medio pedal. A punto estuvimos de descalzarnos para ver hasta dónde nos llegaba el agua pero desistimos del intento, porque acaso estuviera un poco fría. Aquel entorno les pareció maravilloso a los escasos componentes del grupo que lo veían por primera vez y de esta forma estuvimos allí un buen rato haciendo múltiples retratos de una y otra forma. Con estas buenas sensaciones tomamos el camino de regreso que se nos hizo muy corto hasta el cruce de la autovía y de allí bajamos la cuesta de siempre para dirigirnos hasta la Churrería 1º de Mayo del Polígono Industrial, donde nos tomamos nuestro cafelito y nuestro churrito.

Les tenía preparado, ya que era buena hora, una trampita en el regreso, pero como Amalio nos indicó que quería llegar temprano, regresamos por el mismo lugar, el canal principal y el canal secundario, hasta Valdehornillos y luego a nuestra sede. Amalio se fue enseguida, sin tomarse ni siquiera una cerveza porque le llamaron por teléfono.

domingo, 19 de noviembre de 2017

Pedalear es saborear la vida y el entorno de una forma especial ".

Viernes, día 17 de noviembre de 2017

Ruta: Santa Amalia - Valdehornillos - Escurial - Miajadas - Canal de Orellana - Valdehornillos - Santa Amalia.

Distancia: 59,56 km.

Velocidad media: 21,3 km / h

Velocidad max: 54 km/ h

Participantes: Amalio, Flore, Josemari, Juan, Paco, Patricio, Ramón.

Anecdotario:
- Salida puntual, deliberación del itinerario, temperatura muy baja,,,,y todos muy bien abrigados. Iniciamos la ruta por la carretera de la Cooperativa que es más soleada que la otra que nos lleva a Valdehornillos, aunque tiene un mal firme con muchos socavónes .

Sin darnos tiempo a nada, llegamos a Valdehornillos donde cogemos el canal camino a Escurial. Haciendo un pequeño homenaje al " dicharachero ", me adelanto para hcerles un video , muy chulo. Con ritmo aceptable y conversaciones interesantes, el grupo llega Escurial, donde un comerciante del mercadillo nos hace una foto en la plaza y nos invita a comprar un zapato cada uno. Fue simpático.




Sin apenas tiempo iniciamos la subida de Escurial con mucho ánimo pensando en la gozada de la bajada a Miajadas para llegar a casa de Santiago a desayunar. Cogimos buenas velocidades máximas, pero Santiago es la tercera vez que nos la lía. Así es que le hicimos " Cruz y raya " y nos fuimos a desayunar al Bar 1 de Mayo en el polígono. Una profesora del instituto de Miajadas nos hizo el retrato de rigor.


El viaje de vuelta fue a una velocidad endiablada, superando en algunos momentos los 30 km por hora. La entrada triunfal en Santa Amalia culminó como siempre con las cervezas y ...el plato de presas...calamares. Lo mejor de ese momento el nombramiento de dos madrinas, M Carmen esposa de Alejandro y Julia esposa Enrique . Buena ruta y felices momentos. Viva la vida.


miércoles, 15 de noviembre de 2017

No voy en bici para añadir días a mi vida, sino para añadir vida a mis días "

Miércoles, díoa 15 de Noviembre de 2017

Ruta: Santa Amalia - Yelbes - Medellín - Estación de Medellín - Caminos y más caminos - Manchita - Guareña - Valdetorres - Yelbes - Santa Amalia.

Distancia: 69,70 Km.

Tiempo: 3 h y 48 m.

Velocidad medía: 17,82 km/h

Velocidad máxima: 38,53 km/h

Distancia total: 3.567,82 km

Participantes: Amalio, Enrique, Flore, José Mari, Juan,  Paco y Ramón

Anecdotario:

Después de la doble resaca, de Guadalupe y la Quedada de Valdehornillos, teníamos previsto realizar una a Campo Lugar. Pero al llegar a ....
En la puerta de Moniato
allí tos nos juntamos
Echamos un rato de charla
cambiamos impresiones
Nos montamos en la bici
 y a vivir las emociones

pues cambiamos de idea y fiándonos del " cantógrafo " nos metió " la guarra en el jabal " y nos entusiasmo con la Manchita, algo que llevaba algún tiempo proponiendo. Juan le apoyó porque también conocía el camino y sin más, puntual como de costumbre nos pusimos en marcha.

El primer tramo de calentamiento ahasta Yelbes, fue como siempre con conversaciones varias y  entre Juan y ramón decidiendo el camino a seguir. Juan, más prudente y tranquilo le dejó que fuera el " manigero ". Vaya tela la que nos ha metido. Casi sin darnos cuenta llegamos a  Medellín y a diferencia de otras rutas giramos en dirección a la estación de ferrocarril. A partir de ahí poco puedo decir del itinerario, por este camino me entro y por el otro me salgo, atravesamos un arroyo, bueno no sé si arroyo o río, lo mismo da pero lo cierto es que Ramón se da la habilidad de llevarnos siempre por rutas alternativas. Todos nos preguntamos, ¿ cómo este hombre tan chico tiene tantas experiencias, caminos e historis en su vida ? ....las tendrá acumuladas de otras vidas.

Seguimos camino tras camino, sólo interrumpida en tres ocasiones: una para hacernos unas fotos en el deposito del agua " el puro lo llamo Enrique ", que tendremos que preguntar su altura, la mayoría nos inclinamos por " entre 50 y 60 metros "; otra parada técnico - prostática, pues la rueda de Amalio parecía que iba floja y la última para contemplar y fotografíar una plantación de " granas " que algunos no habíamos visto nunca. 

Pero llegaba lo más difícil, tres cuestas " morrocotudas " hasta llegar a Manchita. Me vinieron recuerdos de Cañañmero y de Puerto LLano, Pero una vez pasada esa experiencia, la abordamos con ganas aunque con sacrificio. Por fín la el último alto, hasta los c... de camino y de cuesta,...y se oye una voz que dice " Manchita a la vista ",...que alivio habíamos llegado, nos acordamos, no sé si para bien o para mal,  de Ramón sin decirle nada y buscamos un bar en el pueblo para tomar café. Nos costó, pero después de ir al Ayuntamiento, donde un administrativo del mismo se prestó a tirarnos una foto en la puerta del Ayuntamiento y nos indicó el Bar. Tomamos el café  y  vuelta " pa " casa.

La carretera es un bálsamo comparado con el camino, aunque la verdad las rutas mixtas tienen un aliciente sin igual. A buena velocidad, excepto la pequeña subida antes de divisarse la siguiente población, llegamos a Guareña con Jos Mari pérdido, y continuamos  hacia Valdetorres, que aunque con el aire en contra conseguimos buenas velocidades máximas ( por encima de los 40 km/ h ). Con una miniparada en Valdetorres donde estaba " el pérdido " , nos apresuramos para llegar con tiempo a nuestra sede y tomarnos las dos cervezas de rigor con "  el plato de presas ".

Ah...os habéis dado cuenta que el grupo ya ha superado los 3.500 Kms.

Como siempre ha sido un placer. ¡¡ Viva la vida !!

" Pedalear sólo es una gozada, pero pedalear en grupo es " el no va más "

Domingo, 12 de noviembre de 2017 ( Escrita por Flore )


Asistentes a la ruta: Ramón, Paco, Enrique, Josemari, Juan, Patricio y Flore.
   
Tiempo empleado: 3 h. 31 m.22 sg
Velocidad Máxima: 32 Km/h.
Velocidad Media: 16,6 Km/h.
Parciales: 58,59 Kms.
Distancia total:  3.498, 12 km


Recorrido: Santa Amalia, Valdehornillos, San Isidro, La Parrilla, Arroyo del Hornillo, Valdehornillos, Santa Amalia.


Comentario

Hacer un comentario de este recorrido, que se ajuste a la realidad intrínseca del mismo, es casi imposible, ya que al ser un número tan grande, la inmensa mayoría de los comentarios y de las vivencias de cada individuo y de los grupos que se forman a lo largo del recorrido se quedan ocultos ante la visión de un solo comentarista, pero en cambio sí se puede hacer teniendo en cuenta los aspectos externos del mismo, es decir el recorrido, la climatología, los componentes más o menos y, sobretodo, la organización.
Así pues comenzaré este relato diciendo que alrededor de las ocho y veinte de la mañana, nos juntamos como siempre, en el Bar de Alejandro, los Ciclozumos arriba mencionados, a excepción de Patricio que se incorporó en Valdehornillos por libre. Amalio no pudo asistir a este maravilloso evento por los motivos de todos conocidos, por lo que desde este relato, le manifestamos, tanto a él, como a su esposa, nuestro más sentido pésame por tal pérdida.

Y por fin emprendimos la marcha, con una temperatura algo fresquita, y nos fuimos para el Berebere, donde supuestamente habíamos quedado con ¿Los Jarones?, el grupo de Beltrán, que no aparecieron por allí por lo que nos fuimos para el Petunia por si acaso. Tampoco estaban allí, así que rodeamos a Antonio López en su majestuosa rotonda y emprendimos el camino hacia Valdehornillos, donde no tardamos mucho en llegar, después de que nos adelantaran varios vehículos cargados con sus respectivas bicicletas. Por el camino nos cogió un tramo de poca visibilidad, que creíamos humo, pero que a la postre fue un pequeño banco de niebla, en los alrededores de la Sierra la Morra.
Cuando llegamos el ambiente ya era bastante considerable, aunque poco a poco, con la llegada de distintos grupos fue creciendo considerablemente. Nos hicimos algunas fotos, nos tomamos un café con el compadre Pacosánchez y recogimos nuestros respectivos dorsales que colocamos en nuestras bicicletas. Como anécdota diré, que yo fui el único que llevaba mi "dorsal" en la caja de Danone, porque los demás los colocaron en los cables del manillar, por lo que no eran dorsales, sino "pectorales".
Poco después, dadas las últimas recomendaciones por parte de la organización, emprendimos el recorrido, pasando todos por debajo del Arco de los Iberitos y dirigiéndonos por una pista rojiza hacia la pista del canal que pasa por Santa Amalia. En principio íbamos todos agrupados pero pronto comenzó a estirarse el pelotón y a formarse la enorme serpiente multicolor que ocupaba al menos un centenar de metros por todo el recorrido. Pero poco después la abandonamos y tomamos otra alternativa que nos conducía hasta las inmediaciones del Búrdalo, y pasando por Plaza de Armas y Guantánamo, llegamos a la carretera, donde la organización estaba preparada para afrontar este corto tramo, cruzando el Búrdalo e incorporándonos a la pista del Huerto Juárez y desde allí a la pista alquitranada de Malmedra que nos llevaría hasta las inmediaciones de Coquista, donde cruzamos la autovía y nos incorporamos a la pista de la Parrilla. La subida al caserón fue diluyendo la formación del grupo y cada cual llegó como pudo al rellano donde se hacía la parada de avituallamiento. Para entonces el sol ya había desplegado sus rayos de forma contundente y muchos tuvimos que desembarazarnos de alguna que otra prenda de abrigo. El refrigerio no pudo ser mejor, ni en cuanto a cantidad, ni en cuanto a calidad. Refrescos de todas clases, frutas, manzanas, peras, naranjas, plátanos, café con leche y pasteles. Las fotos también fueron diversas y abundantes, y los saludos entre los distintos grupos se sucedieron de nuevo. Había grupos de Miajadas, de Don Benito, Villanueva de la Serena, de Santa Amalia (Los Perrigalgos, Los Jarones y los Ciclozumos) y por supuesto, los más importantes, Los Cofibike de Valdehornillos.

Terminado el ágape reemprendimos la marcha y a escasos metros, torcimos a la derecha por el Camino Travieso que, como su nombre indica, era bastante sinuoso, pedregoso, algo enfangado y arenoso, pero nada que pudiera detener, pero sí que diluir, al numeroso grupo de la II Quedada. Al cruzar el Canal de Orellana, tomamos una pista mucho más recomendable para la práctica del cicloturismo y sobre todo para la próstata de los cicloturistas entrado en años. En aquel ambiente algo más relajado, los Ciclozumos, no sé si por tercera o cuarta vez, volvimos a las andadas con nuestras canciones: "No se ve, no se ve, no se ve...." "Por el camino verde que va a la ermita..." y sobre todo nuestro himno de guerra "Resisteré montado en bicileta....". Un antiguo alumno mío me recordó las clases de Inglés que les di hace ya muchas lunas y me comentó también que quería hacer el Camino de Santiago desde Saint-Jean-Pied-de-Port, por lo que le fui dando algunas recomendaciones.
De esta guisa llegamos a la vía de servicio de la autovía, muy cerca del Trescientos Uno. Cruzamos el Río Búrdalo y su afluente el Río Sopetrán, por sendos ojos del legendario Puente Romero para bajar a su cauce y cruzar la autovía. Pedaleamos por un camino de huertas, "chaletes" y casas de campo que discurre paralelo al río y luego nos apartamos por otro camino al lado de un hermosísimo olivar hasta que llegamos a la pista asfaltada que viene del Canal Principal de Orellana. Poco después cruzamos el Arroyo del Hornillo y llegamos al final del recorrido por el mismo lugar por el que habíamos salido unas horas antes, pasando nuevamente por debajo del Arco de los Iberitos, que le habían cambiado de sitio.


La última parte del evento fueron las anécdotas, el reparto de regalos para casi todos y la magnífica caldereta del Frescales, al que le regalaron un mandil para posteriores eventos de este tipo.
En la entrega de regalos se hizo un receso para que las presentadoras pudieran descansar y tomar algo, así que aproveché para venirme a casa, pues no me encontraba muy bien con el catarro. No sé hasta cuando duraría la broma.
Y por fin no sería justo terminar este relato sin hacer referencia a nuestro querido Juan Blanco, al que se le concedió el trofeo al ciclista más longevo.
Salud y felicidad.

   

lunes, 13 de noviembre de 2017

" No escalas la montaña para que todo el mundo pueda verte, sino para que tú puedas ver el mundo "

Miércoles y Jueves, días 8 y 9 de Noviembre de 2017

Ruta: A Guadalupe en dos etapas.

1ª Etapa: Santa Amalia - Valdehornillos - Vivares - Casar de Miajadas - Puebla de Alcollarín - Palazuelo - Vía Verde ( 42 km ) - Logrosán - Cañamero - Guadalupe.

2ª Etapa: Guadalupe - Alto de Puerto LLano - Carretera hacia Navalvillar de Pela - Canal de la Dehesa - Madrigalejo - Tramo de Vía Verde - Palazuelo - Puebla de Alcollarín - Casar de Miajadas - Vivares - Valdehornillos - Santa Amalia.

Distancia: 210,18 Km

Tiempo: 11 h y 38 m.

Velocidad media: 18,06 Km / h

Velocidad máxima: 49,83 km/h

Distancia Total: 3.439, 53 Km.

Participantes: Amalio, Enrique, Flore, Paco y Ramón ( " Los cinco magníficos " )


Anecdotario:

Llegó el gran día, ruta a Guadalupe, por fin. Los preparativos en los días anteriores fueron intensos...limpiar la bicicleta ...engrasarla...quedarla a punto....qué me llevaré de equipaje..cuidado que va a hacer mucho frío...en fin todos un poco nerviosos como niños ilusionados cuando se van de excursión.

Ha sido un reto ?...una meta ?......un objetivo ?....un logro ?....un esfuerzo ?....una satisfacción?.....quizás, pero lo que sé seguro que ha sido una felicidad pedalear con mis compañeros de viaje.  Compartir momentos, lugares y emociones vividas en esta Ítaca no tiene precio, no se paga con dinero....sólo hay que vivirlo. Gracias compañeros.

La salida, como siempre puntual, con la incertidumbre de un viaje tan largo, con el miedo de si llegaríamos o no, si seríamos capaces de subir esas cuestas, nos ponemos en marcha. José Mari nos despide deseando nos una buena ruta y pasando un poco de envidia sana.Iniciamos como no puede ser de otra manera al ritmo tranquilo e ilusiónante en dirección a Valdehornillo, Vivares..Casar de Miajadas..hasta Palazuelo, donde hacemos la primera parada para desayunar....cuando la meta es lejana, parece que no hemos entrado, ni tan siquiera en calor....

                                   
Tras este pequeño receso, continuamos la ruta y , tal como estaba previsto, cogemos la vía verde. Al principio parece muy interesante por los paisajes y lugares que vamos conociendo, pero a lo largo de la vía los kilómetros empiezan a pesar, hasta el punto de que algunos estábamos hasta....de vía....verdad Amalio ?. Pero resultó interesante, por el paso por las estaciones derruidas de Madrigalejo, Zorita , Logrosan ,  por las fotos y por las conversaciones ocurrentes de todos, sobre todo " del dicharachero " y  del " cantógrafo ". Mientras tanto el " vigilante del grupo " iba y venía para controlar todo y a todos. A la altura de las centrales termosolares,  en una parada turística conocemos a una chica,  Ángela, encargada de la laguna artificial  de la central...nos hace unas fotos y, como no podía ser menos, fue nombrada madrina del día. Madre mía..cuando se terminará esta dichosa vía....por fin divisamos Logrosan....hacemos un recorrido turístico por el pueblo y  llegamos al Restaurante Los Rosales, donde paramos a comer. Realmente está parada fue milagrosa, nos recuperamos un poquito,...nos vino " como agua de mayo " y nos preparamos para los momentos duros que nos quedaba.
                                   
Pasado un tiempo de descanso, nos encaminamos a la primera gran prueba del día, la subida a Cañamero, llegaba la guerra. Cada uno a su ritmo, cada uno con su esfuerzo, cada uno con el sufrimiento del pedaleo, pero cada uno con la ilusión de llegar a esa cúspide que parecía inalcanzable, pero que poco a poco estaba más cerca. Fue dura, muy dura, una, dos, tres..rampas y " voila " llegamos a Cañamero. Al llegar nos felicitamos con un abrazo entre todos y cada uno. Nos recompensamos con  un café en el Bar Ximenez. Supuso un pequeño descanso y un recuerdo para los caminantes, cuando otrora pasaban por allí.
                                  
Una vez recuperados volvemos a la siguiente batalla, el puerto de Puerto Llano. Por parajes naturales impresionantes, comenzamos a subir, pero había que eternizar ese lugar y ese momento. Hacemos una parada superfotográfica , con fotos ( que unas veces tira Enrique y otras veces tira Paco ) que estarán siempre en nuestras rutinas..y " palante ", seguimos la guerra, empieza el sufrimiento, el esfuerzo, ...llegaré arriba...cada uno a, como antes, a su ritmo llegamos arriba donde nos volvemos a felicitar con un apretón de manos. Habíamos conseguido  vencer la segunda batalla  bien es verdad que unos más tocados que otros. Hicimos un pequeño descanso, recuperamos liquido, evacuación conveniente y algunos ejercicios físicos para templar las músculos castigados por la dura subida.

Nuestro vigilante del grupo, que en todo tiempo nos fue guiando como un angel de la guardia, nos anima diciendo que está todo hecho, sólo nos queda una pequeña subida antes de entrar en el viaducto. Así emprendemos la última parte de la etapa. Efectivamente, comparada con los tramos anteriores, ésta cuesta nos parecía una " mimieza ". Llegamos al camino que nos conducía al viaducto, nos paramos porque dos chicos jóvenes habían hundido su coche en el fango. Poco podíamos hacer nosotros con la " tralla " que traíamos de atrás, pero así y to, nos brindamos a ayudarles. Seguimos al viaducto ( por cierto lleno de agua ), donde las vistas son impresionantes y un amable señor que paseaba nos hizo la sesión de foto correspondiente. Al final del viaducto había que subir una " superrampa " que optamos por bajarnos, excepto Flore y Enrique. Éste nos quedó sorprendido.
                                     
Ya estábamos en Guadalupe, como corredores de un marathón, o de una carrera de formula V, o como se hubieramos ganado un Tour de Francia, subimos la calle que nos llevaba al Monasterio, perla indiscutible de este pequeño pero maravilloso pueblo de nuestra  Extremadura. Al llegar a la escalinata de su fachada nos fundimos en UN ABRAZO CON MAYÚSCULA que representaba todo, alegría, satisfacción, orgullo, esfuerzo, sufrimiento, pero sobre todo felicidad por haber conseguido un logro más en nuestra ya dilatada vida, ahora de jubilado. Otra cosa más que podemos contar a nuestros niet@s.

Tras ese momento, nos marchamos a la Casa Rural de la Albacería, donde nos esperaba una buena ducha, los comentarios de la jornada de ciclismo vivida y preparativos para la cena de homenaje a los campeones. Sin más salimos a comprar viandas para la cena y nos preparamos un manjar, bueno no lo fue, pero lo pareció, pues el momento y la compañia era más importante que la comida. Tras un pequeña sobremesa, los cuerpos pidieron cama para descansar pensando en la jornada del día siguiente.

La vuelta
                                     
Son las 7,30 h. del día 9 de noviembre, como resortes saltamos unos antes que otros de la cama, pero todos dispuestos con valentía a la segunda  jornada que nos llevaría de vuelta a nuestro pueblo. Tras un desayuno abundante por lo que pudiera pasar, salimos a las  a las 9 h. dejando en perfecto estado de revista la casa, encaminamos por la misma salida hacia el viaducto, excepto mi compadre Flore que decidió irse por la carretera. Nos despedimos de Guadalupe y, como si la providencia o el destino lo quisiera, al incorporarnos a la carretera coincidimos con el compadre, como si estuviera predeterminado que la ruta era de todos y todos teníamos que estar juntos. Subimos muy bien al puerto y una vez allí el vigilante del grupo nos dijo que ya habíamos hecho un tercio del camino en cuanto a esfuerzo se refiere. Llevaba razón porque a partir de ahí, todo fue " coser y cantar ", con el aire a favor y cuesta abajo, las bicicletas iban como impulsadas por un motor. Fue un rato muy  divertido, solo interrumpido por la parada turístico - fotográfica en las Bodegas Ruiz- Tores, donde una persona muy amable  y amante del ciclismo nos hizo varias fotos y nos permitió pasar a sus instalaciones para verlas. Fue muy interesante,..las fotos también.

                                         
Reanudamos la marcha con un ritmo impropio de cuerpos que llevaban más de ciento treinta kilómetros en sus espaldas, velocidades que oscilaban entre 26 y 30 km por hora. Parecía increible. Así llegamos al Canal de la Dehesa, donde lo recorrimos a la misma velocidad, aunque Enrique se  esforzará en convencernos que no había ninguna prisa. Volvemos a coger la Via verde, en este ocasión durante pocos kilómetros  hasta llegar a Madrigalejo, donde decidimos parar a descansar,y comer algo para reponer fuerzas suficientes para llegar a Santa Amalia. Así lo hicimos, compramos algunas viandas y cervezas  en el DIA de ese pueblo y enfrente de la casa donde falleció  Fernando el católico hace quinientos años, tuvimos comiendo y haciendo nuestro pequeño homenaje a este acontecimiento histórico.


Desde allí seguimos a Palazuelo, donde hicimos una parada más para tomar café y prepararnos para la última etapa hasta Santa Amalia, donde entramos en formación, como verdaderos heróes, para nosotros. Al llegar a Alejandro, como viene siendo habitual, nos sentamos en la plaza, orgullosos del logro conseguido y nos tomamos el último refrigerio de felicitación.

¡¡ Lo hemos conseguido !! Buscar records no es lo que nos mantiene sobre la bicicleta, sino la felicidad  de haberlo conseguido con estos pedazos de personas !!. Enhorabuena a todos.

¡¡ VIVA LA VIDA !!

martes, 7 de noviembre de 2017

El ciclismo me ha enseñado que hay que buscarle el lado bueno a las cosas y recordar que todo pasa por algo "

LUNES, día 6  de noviembre de 2017
Ruta: Santa Amalia - Canal de Orellana - San Pedro - Trujillano - Presa de Cornalvo - San Pedro - Santa Amalia.

Distancia: 70,56  km.

Tiempo: 3 h, y 48 M.

Velocidad media: 18,56 km/ h

Velocidad máxima: 44,23 km / h.


Distancia Total: 3.229,35 Km.

Participantes: Amalio, Enrique,  Flore, Ramón , Patri y Paco


Anecdotario:


Esta era una etapa prólogo de la etapa reina del próximo miércoles a Guadalupe. Las caras de los componentes venían avidas de pedalear y hacer kilómetros que nos sirvieran de entrenamiento. La llegada puntual y la tras la deliberación del itinerario, nos ponemos manos a la obra. Optamos por ir por el Canal, por la tranquilidad que supone ir pedaleando sin tener en cuenta los coches.


Comenzamos a un ritmo pausado, pues es el momento de las conversaciones que en ese día versaban fundametalmente sobre la Ruta a Guadalupe, equipaje que íbamos a llevar, la comida, la estancia en la casa rural, etc ......y también sobre la Quedad de Valdehornillos. No faltaron los ensayos de la canción que Ramón ha montado para el grupo. Casi in darnos cuenta nos metimos en la carretera de servicio de  la Autovía. Hicimos una parada técnica - fotográfica - prostática en lo alto del puente de la autovía.  Seguimos la marcheta hasta llegar a San Pedro, el perto de de San Pedro es un buen entrenamiento para las cuestas guadalupeñas. Con sfuerzo, entusiasmo y metiéndole hierro , todos llegamos arriba , donde hicimos la segunda parada de provisión de líquido.


Caminando hacia Trujillanos, prácticamente cuesta abajo y a gran velocidad, cogimos la desviación hacia la Presa de Cornalvo. Un trayecto muy bonito, con una gran vegetación de la dehesa extremeña y con alguna subidita que otra. Fue divertido. En el camino nos encontramos a una pareja en bicicleta, que llevaban a buen ritmo, pero que el compadre Flore se encargó " echarles el lazo ". Casi al llegar a la presa el compadre Patri tuvo un pequeño percance, se le " entrabillo un pedal " y no pudo guardar el equilibrio, se cayo pero casi en cámara lenta. Me asusté en un principio. Pero fue momentaneo. Se levantó rápidamente y continuo la marcha.


En la presa nos hicimos una sesión de fotografías dispares, asimétricas y observamos la poca agua que tenía la presa. Según nos dijo un señor que estaba midiendola, a la postre nombrado el padrino del día, hacía mucho tiempo que no estaba así...es una pena, pero es lo que hay...no nos hacemos caso de lo del cambio climático y en elgún momento pagaremos la consecuencia.



Camino de regreso, Enrique, que tenía ganas de camino, propone que tres nos vayamos por el camino y otros tres por la carretera. Recogimos el guante inmediatamente y Ramón , Amalio y yo dijimos que por el camino. Me imagino que quedaría un poco frustrado, hasta el punto que veníamos un poco " pesaroso " de que no se hubiese venido con nosotros. Lo hicimos por el Cordel de San Pedro, que es un camino muy bien preparado y que además se " atrocha " alrededor de 8 km respecto a la carretera.

Así es que llegamos muy rápido, tanto que cuando ellos llegaron a San Pedro, donde habíamos quedado para tomar el café, ya llevabamos unos cuantos minutos esperando. Una vez realizada la parada " desayunil " aunque tardía, tomamos rumbo  a Santa Amalia donde....

Y a la hora de la cerveza
giramos para Santa Amalia,
en casa de Moniato
nos tomamos la cerveza
y también de aperitivo

Nos pone un plato de ricas presas...

¡¡ Viva la vida, compañeros y hasta el miércoles !!


sábado, 4 de noviembre de 2017

Qué bonito es soñar, pero si lo haces con una bicicleta es maravilloso "

Viernes, día 3 de noviembre de 2017

Ruta: Santa Amalia - Yelbes - Medellín - Mengabril - Don Benito - Ruecas - Vivares - Valdehornillo- Santa Amalia.

Distancia: 62,14 km.

Tiempo: 3 h, y 14 M.

Velocidad media 20,28 km/ h

Velocidad máxima: 38,56 km / h.

Participantes: Amalio; Flore, Ramón y Paco.


Anecdotario:

Salida normal a la hora prevista con las dudas de la climatología...al final fue una mañana magnífica y linda para el ciclismo.....desayunamos en el Millenium y le cantamos cumpleaños feliz a Ramón.


A buen ritmo y con conversaciones marcadas por la visita de Amalio a Cataluña y el cumpleaños feliz se hizo corta. Sólo echamos de menos la animación de Enrique y las paradas fotográficas....

Pero lo mejor de la etapa es la canción creada por Ramón para los Ciclozumos y que dice asi:

Música de la canción Resistiré del Dúo Dinámico

..para..para..para...para....paraya..

1

Lunes,miércoles y viernes
por la mañana temprano
En la puerta de Moniato
allí tos nos juntamos
Echamos un rato de charla
cambiamos impresiones
Nos montamos en la bici
 y a vivir las emociones

ESTRIBILLO

Resistiré,
 montado en bicicleta
pedaleando,
vamos los ciclozumos
Vamos corriendo
unos detrás de otros
vamos echando humos

Para para para, para para ya

2

Por paisajes y monumentos
Nos paramos a echar un retrato
Unas veces los tira Enrique
y otras veces los tira Paco
Y Ramón con mucho disimulo
Se la saca para evacuar..
le tiramos otro retrato
y nos pegamos ..la jarta..

ESTRIBILLO


3

Por caminos y carreteras
por los pueblos y montañas
Y a la hora de la cerveza
giramos para Santa Amalia,
en casa de Monitor
nos tomamos la cerveza
y también de aperitivo
Nos pone un plato de ricas presas...

ESTRIBILLO Y FIN.

L