Viernes, 26 de Enero de 2018
Ruta: Santa Amalia, Valdehornillos, Escurial, Miajadas, Valdehornillos, Santa Amalia
Distancia: 58,25 km
Tiempo: 3 h.
Velocidad media: 19,40 km/h
Velocidad máxima: 54,11 Km / h
Distancia total: 4.885,88 Km.
Participantes: Amalio, Enrique, Jose Mari, Juan, Paco, Ramón y Santiago
Comentario y referencia fotográfica de la ruta :
Ha sido una semana especial, debido a las nieblas que nos han invadido durante casi todos los días. Una niebla espesa de nacionalidad londinense que no ha permitido que los Ciclozumos pudieran salir el lunes y el miércoles, como en ellos es habitual. El único día que hemos podido disfrutar de nuestro deporte ha sido hoy viernes. Un día especial para mi, porque celebrabamos mi 68 cumpleaños que los cumplí ayer.
La salida puntual desde la plaza como es habitual. En las caras se notaba la avidez por pedalear después de una semana en blanco. Nos pusimos rumbo hacia Valdehornillos a un ritmo bueno y que Jose Mari criticó porque había que calentar las piernas...llevaba razón. Pero el viento a favor y las ganas eran superiores al calentamiento. Así es que en un " santiamen " nos pusimos en Miajadas y contiunuamos hacia Escurial, pues la primitiva idea de ir al Burdalillo quedó descartada, ya que teníamos la celebración del cumple en la casa de campo de Santiago.
Llegamos a Escurial y tras subir la cuesta a la autovía, todos la subimos con ganas y pensando en la bajada de la cuesta de la " Degollá " - así creo que se llama - , comenzamos dicha bajada. Se veían las caras de los Ciclozumos como si de niños con ilusiones nuevas se tratara, José Mari como siempre el primero, Amalio con peculiar postura en la bicicleta cuando baja una cuiesta, yo " cagao de e miedo " porque era la primera vez que mi bicicleta marcaba la friolera de 54,11 km/h.y...y...y.....pero fue una gozada.
Así llegamos al Restaurante 1º de Mayo de Miajadas, lugar habitual de avituallamiento, donde nos tomamos nuestro café / came con churro que nos sentó fantasticamente. En esta ocasión amenizado por la canción de " Cumpleaños feliz " que me dedicaron a varios voces mis compañeros Ciclozumos. Muchas gracias, me encantó compartir ese momento.
A partir de aquí la vuelta, a pesar de llevar el aire en contra fue bastante rápida, animada y deseosa de llegar a la casa de Santiago donde realmente íbamos a celebrar el gran día. En poco más de una hora estábamos allí, donde nuestros servicios ténicos culinarios, Marcial y Enrique, tenían todo preparado, unos aperitivos, la conejada que había preparado Ramón, unas pancetas, unas caretas, cervezas, vino de pitarra y una naranjita de psotre. Pasamos unos momentos fantásticos, que se pueden apreciar en numerosos videos que hizo el reportero gráfico para enviarselo a su yerno, Pablo. Yo , para corresponderles les dedique un poema de José Saramago, en la que una de sus estrofas dice así
Qué cuántos años tengo?
¡ Qué importa eso !
Tengo la edad que quiero y siento
La edad que puedo gritar sin miedo lo que pienso
Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso o lo desconocido
Pues tengo la experiencia de los años vividos
y la fuerza y la convicción de mis deseos.
Buen día y buenos momentos. ¡¡ Viva la vida !!.