Lunes, 25 de Septiembre de 2017
Ruta: Santa Amalia - Yelbes - Medellín - Mengabril - Ermita de Las Cruces - Don Benito - Rueca - Hernán Cortés - Santa Amalia
Distancia: 69,05 Km
Tiempo: 3 hora y 33 minutos
Velocidad media: 19, 48 Km / h
Velocidad máxima: 43,77 km /h
Distancia total: 2.196,25 km
Participantes: Enrique, Flore, Juan ( nuevo fichaje ), Paco, Pedro y Ramón.
Anecdotario:
Salida puntual, mañana muy apetecible para la práctica del ciclismo. Tras la pequeña deliberación habitual del recorrido partimos rumbo a Yelbes, con ritmo suave, conversando entre nosotros y dando los primeros " parabienes y bienvenida " a Juan. Sin darnos cuenta apenas cuenta, llegamos a Medellín, y sin desviarnos para Mengabril como hemos hecho otras veces, seguimos por el canal hacia las Cruces. Pedro se va por la carretera. Con un poco de viento de en contra y la subida a la Ermita, llegamos a la primera parada del día, algunos aprovechan para reponer el líquido perdido y otros a expulsarlo para tener menos peso que llevar. Nos hacemos las fotos de rigor y " palante ".
Ramón nos propone entrar en un molino romano que hay en el río Ortigas, y posteriormente en Dª Blanca. La verdad es que este hombre, me refiero a Ramón, es un libro abierto además de cartógrafo. Hoy si que podemos considerar que hemos hecho de verdad CICLOTURISMO con mayúscula. Primero hemos estado en el molino, donde como es costumbre en algún sitio nuevo, tenemos fotografías de todos los tipos, asimétricas, de tonteo, de imaginación, de horizontes lejanos, con o sin bicicletas.....Lo mismo hicimos en la finca de Dª Blanca, paraje muy bonito y lugar de esparcimiento para los " calabazones ". Merece la pena darse una vuelta por allí...el reportaje fotográfico en ambios sitio da fe de las lindezas del lugar.
Seguimos la " marcheta " hacia Don Benito, donde ha habido un poco de desconcierto porque primero llegó Pedro, al Millenium ( lugar de desayuno ), luego Enrique, Juan y Ramón y por último Flore y yo. Nos tomamos algunos nuestro café con la tostada de cachuela y otros su copa de vino con tostada. Nos invita Juan, al ser el primer día que sale con nosostros. Gracias. Desde allí tomamos rumbo a Ruecas para coger la pista de los italianos que nos lleva a Hernán Cortés. Se vuelve a repetir la misma historia que en la etapa anterior, unos, los más osados, por la carretera y otros, los más prudentes , por el camino. Llegamos diez minutos después que ellos pero llegamos y durante el camino fuimos conversando sobre las fincas por donde pasamos.
En definitiva, una ruta cicloturista de verdad, lo mismo que la anterior. Con un kilometraje mixto de carretera y camino que ha sido muy atractiva. En el bar de Alejandro, nos tomamos dos buenas cervezas, realizamos el brindis oficial por el nuevo componente de los Ciclozumos. Eso sí, tenemos un mes para enseñarle a utilizar el wassap y ponerse al día con las rutas. Bienvenido, Juan. ¡¡ Viva la vida !!
Da gusto leeros y ver en las fotos vuestras sonrisas. ¡Que os quiten lo bailao!
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